El domingo por la tarde, mientras repicaban las campanas que anunciaban la creación de un torneo de futbol reservado para los clubes más poderosos de Europa, el Leganés irrumpió en las redes sociales con un divertido tweet: “El Leganés rechaza participar en la Superliga. Por favor. No insistan. Mañana tenemos un partido muy importante #LeganésPonferradina.”
No sabemos qué va a ocurrir en el futuro con el futbol pero algo está cambiando. De entrada, es inaudito que el Barcelona y el Real Madrid, el lunes a las 9 de la mañana, difundieran un comunicado posicionándose a favor de la Superliga. Los dos grandes de España, junto con otros diez clubes, entre los cuales también se incluye el Atlético de Madrid, impulsan el nuevo torneo.
FIFA y UEFA están en contra de la iniciativa que impulsan los doce clubs europeos que encabeza Florentino Pérez. LaLiga ha puesto el grito en el cielo. Incluso algún futbolista ha expresado sus dudas sobre la nueva competición. “Me da mucho miedo la Superliga Europea. ¿Qué vamos a hacer con los seguidores del Leganés, Eibar u Osasuna?, ha dicho Ander Herrera en la revista Líbero.
Se avecina, pues, un debate entre partidarios y contrarios de la Superliga en el que habrá que responder a algunas cuestiones. ¿Qué pasará con las ligas domesticas? ¿Los clubes ricos serán más ricos? ¿Los partidos serán de más calidad? Estas y otras preguntas de carácter deportivo, económico y social deberían tener respuesta por parte de los 12 así que nuestra recomendación es que lancen una completa campaña de comunicación, puesto que es crucial que se entienda bien el propósito de la Superliga.
