Llegan informaciones de que una luz en el techo sustituirá el triángulo rojo que se utiliza para señalizar una emergencia en carretera. De este modo, para indicar que el vehículo está averiado no habrá que recorrer 50 metros por la vía, con el peligro que eso supone, porque bastará sacar el brazo por la ventana y colocar un dispositivo luminoso en el techo.
La noticia me ha llevado a revisar la normativa sobre el equipamiento obligatorio en el vehículo y así he podido confirmar, en la web de la Dirección General de Tráfico, que es obligatorio “llevar en el vehículo dos triángulos de pre señalización de peligro y al menos un chaleco reflectante de alta visibilidad”.
En términos de comunicación, que es lo que nos interesa aquí, las señales de tráfico son una obra extraordinaria por el uso que se hace del color como elemento de información. Así, el rojo señala prohibición y el azul, obligación. El blanco, el negro, el amarillo, el naranja y el verde, entre otros, completan la paleta de colores que utiliza el código de reglas para conducir y regular el tráfico que se deberían estudiar en la escuela.
De este modo, desde primaria sabríamos que las luces de los vehículos tienen dos finalidades básicas: ver y ser visto. Para ver, los vehículos cuentan con luces largas, cortas y anti nieblas, entre otras. Para ser vistos, disponen de la luz de posición, el antiniebla trasero y la señal de emergencia.
En este caso, la luz para el techo que sustituirá el triángulo para señalar una emergencia será un dispositivo luminoso de pre señalización de peligro de color amarillo auto.
