Presentar una idea de negocio ante un cliente potencial en un minuto es un gran desafío. Superar el reto de explicar un proyecto en 60 segundo supone dar un paso que puede ser decisivo en el camino que lleva a hacer realidad una iniciativa, así que conviene prepararse bien.
Primero es necesario decir quiénes somos y a que startup representamos. Hay que hacerlo con claridad y con pasión. La pasión es esencial para seducir a la audiencia.
Acto seguido, define el posicionamiento de la startup destacando un atributo, una característica. Después, explica en qué se diferencia de la competencia y finalmente destaca el valor añadido o los beneficios que aporta tu idea de negocio.
Gran parte del éxito de un pitch radica en una buena preparación así que para dominar la técnica es recomendable ensayar. ¿Estás a punto para tu elevator pitch?